Cuidados en el hogar

Estas son cosas que debe y no debe hacer: 

• Pídale a un amigo o familiar que se quede con usted algunos días. Usted no debe estar solo hasta que sepa cómo le ha afectado la lesión.

• Está bien dormir y, por lo general, no es necesario que le pida a alguien que lo despierte mientras duerme después de una lesión leve en la cabeza. Sin embargo, si su proveedor de atención médica le recomienda que otra persona lo despierte cada 2 o 3 horas, usted debería ser consciente de su entorno cuando lo despierten.

• No tome ningún medicamento, ni siquiera aspirina, a menos que su proveedor de atención médica le diga que puede hacerlo. Si tiene dolor de cabeza, intente colocar un paño frío y húmedo sobre la frente.

• Coma liviano. Los líquidos transparentes, como el caldo o las gelatinas, son buenas opciones.

• No beba alcohol ni use drogas recreativas. 

• No vuelva a hacer deportes ni ninguna actividad que pueda provocarle otra lesión en la cabeza hasta que hayan desaparecido todos los síntomas y el proveedor le diga que puede reanudar dichas actividades. Un nuevo golpe en la cabeza antes de que se haya recuperado totalmente del primero puede causarle una lesión cerebral grave.

• Evite hacer actividades que requieran mucha concentración o atención. Eso permitirá que su cerebro descanse y se recupere más rápidamente.

La mejor manera de recuperarse es hablar con su proveedor y con su familia sobre los síntomas. Trabaje en conjunto con su proveedor y dele tiempo suficiente al cerebro para que se recupere.

Visita de seguimiento

Programe visitas de seguimiento con su proveedor o según le indiquen.

Cuándo llamar al 911

Su proveedor debe llamar al 911 si se queda dormido y no lo pueden despertar, o si está confundido.

Cuándo llamar a su proveedor de atención médica

Llame a su proveedor de atención médica de inmediato ante cualquiera de los siguientes síntomas:

• Vómitos

• Secreciones claras o con sangre que salen de la nariz o del oído

• Sueño constante o dificultad para despertarse.

• Confusión o pérdida de memoria

• Visión borrosa

• Dificultad para caminar, hablar o concentrarse

• Aumento de la debilidad o problemas de coordinación.

• Dolor de cabeza constante que no puede aliviarse o empeora

• Cambios de la personalidad o el comportamiento.