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¿Qué son los cálculos biliares?

La vesícula biliar almacena bilis, un líquido producido por el hígado. La bilis ayuda a digerir las grasas en los alimentos que usted come. Los cálculos biliares se forman cuando ciertas sustancias de la bilis se cristalizan al solidificarse. En algunos casos, estos cálculos no producen síntomas. En otros pueden irritar las paredes de la vesícula biliar. Pueden ocurrir problemas más graves si los cálculos se desplazan hasta conductos cercanos (como el conducto biliar común) y causan obstrucciones. Esto puede obstruir el flujo de bilis y puede producir dolor, náusea e infección.

Contorno de un torso donde pueden verse el hígado y el estómago con un corte transversal de la vesícula con cálculos (piedras).

Síntomas comunes

Los problemas de la vesícula biliar pueden causar ataques dolorosos, a menudo después de las comidas. Algunas personas solo tienen 1 ataque. Otras personas tienen muchos. Algunos de los síntomas frecuentes son:

  • Dolor intenso constante o molestias en el abdomen superior derecho o medio, en la espalda, o en el omóplato derecho. Esto puede durar entre 30 minutos y varias horas.

  • Un dolor difuso bajo las costillas o el esternón

  • Molestias estomacales (náuseas) o vómitos

  • Una acumulación de demasiada bilis en la sangre. Esto produce un color amarillento en la piel y en los ojos, orina oscura y picazón (ictericia). Llame a su proveedor de atención médica inmediatamente si desarrolla este síntoma.

Factores de riesgo de los cálculos

Usted corre más riesgo de presentar cálculos biliares si:

  • Es mujer

  • Es obeso

  • Tiene antecedentes familiares

  • Es anciano (el riesgo aumenta con la edad)

  • Tiene antecedentes de pérdida muy rápida de peso

  • Tiene ciertas enfermedades intestinales como la enfermedad de Crohn

  • Tiene ciertas enfermedades hematológicas como la anemia de células falciformes

  • Tiene antecedentes familiares que incluyan a nativos estadounidenses o mexicanos-estadounidenses

Diagnóstico

Por lo general se utiliza una ecografía para visualizar la vesícula y medir el tamaño y la ubicación de los cálculos.

Se utilizan análisis de sangre para medir las enzimas hepáticas y la bilirrubina. Ambas pueden estar elevadas si los cálculos están obstruyendo el flujo de la bilis o irritando el hígado.

Tratamiento de los cálculos biliares

Si los cálculos no le están produciendo molestias, puede optar por posponer el tratamiento. Pero si tiene uno o más ataques dolorosos, es probable que el proveedor de atención médica le recomiende la extirpación de la vesícula biliar. Esto ayuda a prevenir que se formen más cálculos y que tenga nuevos ataques. También le ayudará a prevenir otras complicaciones, tales como cálculos que se pasen a los conductos y causen bloqueos, infecciones o pancreatitis. Aun después de que le hayan extirpado la vesícula biliar, el hígado seguirá produciendo bilis para ayudar a la digestión.

Si está embarazada

Los cambios hormonales producidos durante el embarazo pueden hacer más probable la formación de cálculos. Si es necesario que le extirpen la vesícula biliar, su proveedor de atención médica le explicará cuál es el momento adecuado para la cirugía. En algunos casos, la cirugía puede posponerse hasta después del parto. En otros es posible hacerla durante el embarazo. Esto ayudará a proteger su salud y la de su bebé.

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