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¿Qué es el tratamiento de un absceso hepático?

Un absceso hepático es un saco de líquido infectado (pus) que se forma en el hígado. Es causado por una infección provocada por microbios como bacterias, parásitos u hongos. Para evitar problemas graves, debe tratarse de inmediato. Y frecuentemente causa síntomas, como los siguientes:

  • Fiebre

  • Dolor abdominal

  • Cansancio extremo (fatiga)

  • Pérdida del apetito

  • Malestar estomacal (náuseas)

  • Vómitos

  • Diarrea

Contorno de un hombre donde pueden verse el sistema digestivo y el hígado.

 Cómo se pronuncia

ab-SE-so

¿Por qué se trata un absceso hepático?

Un absceso hepático es una infección grave. Puede llevar a problemas serios y causar la muerte. Puede dañar tejido en la zona en donde está. También puede causar síntomas como fiebre, dolor, náuseas, diarrea y pérdida del apetito. Puede causar una infección grave en todo el cuerpo llamada sepsis. El tratamiento se hace para curar el absceso, detener los síntomas y prevenir la muerte.

¿Cómo se trata un absceso hepático?

El tipo de tratamiento que le hagan dependerá de la causa del absceso. También depende de cuántos abscesos tenga, y de qué tan grandes sean. El tratamiento puede incluir:

  • Tomar medicamentos. Un absceso se trata primero con medicamentos antibióticos o antimicóticos. Usted tendrá que tomar medicamentos por algunas semanas. Puede tomarlos por boca en forma de pastilla o líquido. También se puede administrar el medicamento en una vena por medio de una sonda intravenosa (IV).

  • Drenar el absceso. Es posible que esto se haga además de tomar medicamentos. O tal vez si el medicamento no funciona o la infección causa otros problemas. Existen varias maneras de limpiar un absceso en el hígado. El proveedor de atención médica puede insertar una aguja con jeringa en el absceso a través de su piel. Luego usa la jeringa para extraer el líquido. Eso se conoce como aspiración. O el proveedor puede colocar un alambre delgado a través de la piel. El proveedor usa una tomografía computarizada (CT, por su sigla en inglés) o una ecografía para ayudar a colocar el alambre en el lugar correcto. Luego se coloca un tubo flexible y delgado (catéter) sobre el alambre y se lo introduce en el absceso. Se deja el tubo en su lugar por cinco a siete días para permitir la salida de líquido. En algunos casos, se puede realizar una cirugía para hacer un corte en el absceso hepático y limpiarlo.

Después del tratamiento, es posible que le realicen estudios de diagnóstico por imágenes para hacer un seguimiento de su hígado. Es frecuente que se hagan ultrasonidos (ecografías), tomografías computarizadas (CT, por su sigla en inglés) o resonancias magnéticas (MRI, por su sigla en inglés).

Riesgos del tratamiento de un absceso hepático

  • Sangrado

  • Segunda infección

  • Fracaso de la cura del absceso

  • Necesidad de más tratamiento

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